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Con el aumento de la temperatura es indispensable no descuidar el riego en los meses de verano, el sol excesivo puede afectar las plantas o el jardín cuando no se mantiene hidratado. Pero esto no implica excederse en la cantidad de agua que se le aplica, a continuación te indicaremos cómo puedes realizar el riego para que mantengas tu jardín saludable durante el verano sin gastar más agua de la necesaria.
Tabla de contenidos
Regar una planta o césped implica mucho más que proporcionarle mucha agua, hay que tener en cuenta que la cantidad de agua que precisa cada tipo de planta puede ser diferente. Es por eso que tener claro que el objetivo del regado es hidratar lo suficiente la raíz de la planta es más que suficiente.
La hidratación de una planta varía según la estación del año, pues durante el verano el suelo está mucho más seco y requiere de mayor riego. Así que conocer cuándo regar en función de la época del año es muy importante, además de seleccionar el tipo de riego más adecuado para el tipo de planta.
Algunas especies pueden requerir un riego semanal o cada tres días, pero en altas cantidades de agua, esto se debe a que son plantas que palean lo efectos del calor y al mismo tiempo los contrarrestan con sus reservas. En otros casos, se requiere de un riego diario, pero en pequeñas proporciones de agua, otro ejemplo es el césped durante el verano que es recomendable regarlo dos veces al día.
El mejor momento para regar en los meses de verano es al amanecer o durante las tardes, esto aplica tanto para el césped como para las plantas. Esto se debe a que la luz solar no quemará las plantas, además de que el suelo se encuentra en su mejor forma y temperatura para contener la humedad por mucho más tiempo y así evitar la evaporación, es la mejor manera de extender la humedad a las plantas.
Específicamente la hora más idónea para regar en verano es a primera hora de la mañana y desde las 7 de la tarde hasta las 9 de la noche.
Regar las plantas durante el verano no es sinónimo de mucha más agua, hay que tener en cuenta las necesidades y características propias de cada planta. Asegúrate de conocer muy bien esto, ya que el agua se absorbe y esto es un proceso natural que lleva tiempo, por lo que hay que esperar para volver a regar. Una planta ahogada en agua o un césped encharcado no significa un buen regado, todo lo contrario, hay que evitarlo por completo ya que no permite que la planta respire o que el aire les llegue a las raíces.
En relación con el punto anterior, es necesario que la planta mantenga su humedad natural, esto evitará que se deshidrate. Toda raíz necesita de sequía para poder crecer, así que es vital ser equilibrado en el riego en los meses de verano, para no excederse en la cantidad de agua o por el contrario quedarse corto.
La forma correcta de regar es aplicar el agua en la base o raíz directamente, por lo general la mayoría de las personas riega por encima de la planta, de esta forma solo les cae agua a las hojas, lo que a su vez las enferma ya que el sol las puede quemar. Cuando se riega por encima de la planta es posible que no le llegue suficiente agua a la raíz y esto durante los meses de verano es un grave error.
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